La carne de Rubiato Paredes apenas necesita adornos. Cocinada a la plancha o a la brasa, con una pizca de sal gorda, el resultado es espectacular. Y es que, cuando el producto es de calidad, menos es más.
No obstante, como buenos carnívoros que somos, nos gusta tener siempre alguna salsa a mano para potenciar el sabor cuando nos apetece un bocado más sabroso. Otra opción para los amantes de los gustos intensos es aromatizar la carne con especias.
Lo cierto es que existen pocos placeres más suculentos que saborear una buena hamburguesa con alguna de nuestras salsas favoritas.
En este artículo queremos ensalzar las salsas que hoy en día asociamos con la comida rápida, pero cuyo origen está totalmente alejado del fast food. Las conoces perfectamente, las has probado mil veces, pero probablemente nunca te hayas parado a pensar en su origen o sus peculiaridades. Te lo contamos todo en este artículo.
Historia de la Salsa Kétchup
Difícilmente nos equivocaremos si afirmamos que esta es la salsa más famosa del mundo. Es la preferida en los hogares de Estados Unidos: en un 97% de ellos no falta nunca el kétchup, y se calcula que cada ciudadano consume unos tres envases al año (o, lo que es lo mismo: ¡alrededor de un litro!).
En realidad, la procedencia de esta salsa es asiática: los chinos la llamaban ketsiap. La receta original no incluía tomate y se usaba como condimento para la carne y el pescado. Los ingleses la introdujeron en Europa en el siglo XVIII.
En 1876, el empresario estadounidense Henry J. Heinz reinventó la salsa tal como la conocemos hoy en día: le añadió salsa de tomate concentrado y el resultado fue un éxito rotundo.
Antes de lograr la fórmula ganadora, Heinz estuvo mezclando ketsiap con otras frutas, como manzanas y melocotones. ¡Qué distintos podrían ser los sabores que hoy asociamos a la comida rápida!
Una última curiosidad: la salsa barbacoa comercializada que tanto nos gusta no deja de ser un tipo de kétchup ahumado.
Historia de la Salsa Mostaza
Junto con el kétchup, la mostaza es la reina de las salchichas, los perritos calientes y las hamburguesas.
Se trata de una salsa baja en calorías, con diversas propiedades antisépticas y digestivas, lo que la convierte en una opción excelente en todo tipo de dietas.
Probablemente la inventaron los romanos. Por lo menos, las primeras referencias que tenemos sobre esta salsa vienen de la época clásica, donde mezclaban zumo de uva sin fermentar (mosto) con semillas de mostaza (en latín, sinapis).
La mostaza tenía grandes adeptos en el mundo grecolatino. ¡Incluso el maestro Pitágoras recomendaba su ingesta para mejorar la memoria y levantar el ánimo!
Teorías pitagóricas aparte: el interés por la mostaza fue creciendo con el paso de los siglos y durante la Edad Media se produjo un gran aumento de su consumo. La ciudad francesa de Dijon se convirtió rápidamente en la principal productora europea de mostaza, y hoy en día sigue ostentando este título.
Historia de la Salsa Mayonesa
Es la salsa mediterránea por excelencia. Se elabora con huevo crudo y aceite de oliva, y podríamos considerarla una variante del alioli. De hecho, antiguamente la mayonesa también llevaba ajo, y se decía que era la salsa de los ricos, porque incorporaba huevo, mientras que la gente humilde se contentaba con el alioli.
La mayonesa es de origen menorquín. De hecho, la primera mención a esta salsa (con ajo) aparece en un libro de recetas menorquinas del año 1750.
Poco después, los franceses invadieron Mahón y se apropiaron de la receta, quitándole el ajo. La llamaron mahonesse, porque fue en esta ciudad donde la probaron por primera vez.
Tradicionalmente, se elabora con mortero. Hoy en día existen muchas reinterpretaciones de la mayonesa, como la salsa tártara, la salsa verde o incluso la mayonesa de wasabi.
Ahora ya conoces la historia de estas tres salsas y toda la tradición que hay detrás de cada una de las elaboraciones. Si alguna vez has pensado que la mostaza, la mayonesa o el kétchup son salsas de segunda categoría, probablemente ya no lo veas igual.
Por supuesto, ninguna de estas sabrosas salsas puede faltar en la nevera de todo buen carnívoro. ¿Con cuál acompañarás nuestras jugosas hamburguesas y nuestras excelentes salchichas?