Todos tenemos en mente cómo es el chuletón perfecto. Grueso, jugoso e increíblemente tierno y sabroso.
Lo principal es disponer de un producto de gran calidad, como el que puedes encontrar en nuestra tienda. Pero ¿cómo podemos sacarle el máximo partido en casa? En este artículo te damos las claves para que lo cocines a la perfección.
¿Cómo saber si un Chuletón es bueno?
Para saber si tienes entre tus manos un buen chuletón, en primer lugar debes fijarte en el corte de la pieza: tiene que ser perpendicular y uniforme.
El grosor también es muy importante, porque nos va a condicionar el cocinado. Debe ser lo suficientemente grueso como para poder tostarse por fuera y que el interior siga estando tierno y jugoso. Un chuletón óptimo tiene entre cuatro y cinco centímetros de grosor.
Temperatura de cocción de un Chuletón
Este punto también es clave, aunque a menudo lo obviamos. Para conseguir un cocinado impecable, la carne debe estar a temperatura ambiente (entre 18 y 20 grados). Por lo tanto, deberás sacarla de la nevera con suficiente antelación como para que se atempere.
Te recomendamos que la saques del paquete en el que viene presentada y la dejes reposar entre tres y cuatro horas antes de cocinarla. El chuletón debe sudar: así los jugos se van asentando.
La parrilla ideal para tu Chuletón
Hasta este momento has cuidado todos los detalles. Dispones de un producto excelente que ha estado reposando a temperatura ambiente para preservar todas las propiedades, la jugosidad y la textura. Sería una lástima echarlo todo a perder por escoger una opción de cocción errónea.
Si puedes, elige una parrilla inclinada con varas en forma de V y brasas de carbón natural, que deberás encender una hora antes.
Si no dispones de una parrilla ni de brasas de carbón, te recomendamos que uses una sartén de hierro, que también te dará muy buenos resultados. Es importante que el fuego esté muy fuerte y la sartén muy caliente.
En principio, se trata de un cocinado que no requiere aceite, pero puede ser que, en función de tu plancha o parrilla, necesites darle un poco de untuosidad para favorecer el caramelizado de la capa exterior.
Tú conoces tus propios utensilios de cocina mejor que nadie. Puedes probar de cocinar el chuletón de ambas formas y decantarte por la opción que te dé mejores resultados. Si decides ponerle aceite, con extender una fina capa sobre el chuletón es suficiente.
¿Cómo asar un chuletón perfecto?
Ha llegado el momento de la verdad. La sartén ya está caliente y es la hora de cocinar el chuletón. Deberás sellarlo por ambos lados, a fuego muy fuerte y directo. La carne irá adquiriendo un tono tostado espectacular.
Nuestro truco infalible: el chuletón se cocina tantos minutos como centímetros de grosor tenga.
Una vez sellada la pieza, se sazona por ambos lados. Mientras se está sellando por una cara, deberás añadir sal gorda en la cara que ya has sellado. Sazona sin miedo. Cuanta más, mejor: la carne absorberá la que necesite.
Ahora toca fundir y confitar los jugos interiores y las grasas. Voltea un par de veces más el chuletón, con la sartén ya apartada del fuego o a intensidad media-baja.
El punto perfecto del Chuletón
Déjate guiar por la vista: la regla de los tres tonos te indicará si el chuletón está en su punto. La capa exterior de nuestro chuletón de ensueño es marrón tostada, mientras que, cuando lo cortamos, el primer medio centímetro tiende hacia el gris y el interior es de un precioso color rojo intenso.
Por supuesto, cada comensal tiene su punto de carne favorito, por lo que si te gusta más o menos hecha puedes jugar con el tiempo de cocción hasta dar con tu bocado ideal.
Eso sí, recuerda que es mejor quedarse corto con el punto, porque siempre estarás a tiempo de volverla a pasar por la sartén.
Ya no tienes excusa: ahora ya sabes lo fácil que es preparar un chuletón de campeonato. La perfección, cuando hablamos de carne, sí que existe. ¡Disfrútalo!