La carne es saludable. Al contrario de lo que dicen algunas creencias populares, el consumo de carne es muy importante en nuestra dieta, porque nos aporta nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
La virtud, como siempre, está en la moderación. En Rubiato Paredes, queremos recalcar la importancia de llevar una dieta variada y equilibrada. Así pues, la clave para estar sanos se basa en alternar el consumo de carne con el de vegetales, frutas, legumbres, cereales, pescado y lácteos.
Despídete de las dietas extremas: te contamos cómo combinar la carne en tu dieta de la manera más saludable.
¿Por qué necesitamos la carne en nuestra dieta?
La carne es una fuente muy importante en nuestra dieta, porque es rica en proteínas y nos aporta los micronutrientes necesarios que no encontramos en otros alimentos (o, de encontrarlos, tienen una presencia mucho menor).
Por este motivo, la carne es un alimento de un alto nivel biológico: se trata de una proteína completa, que contiene todos los aminoácidos esenciales para nuestro organismo.
Destacan los siguientes nutrientes en la carne:
- Hierro
- Selenio
- Ácido fólico
- Vitamina A
- Vitamina B12
Además, la carne roja es ideal para combatir o prevenir la anemia.
¿Cómo preparar la carne para que sea más saludable?
Cuando se trata de cocinar carne u otras proteínas, siempre es mejor que apuestes por cocciones saludables, como la plancha y el horno, antes que freír o rebozar (opciones muy aceitosas y, por lo tanto, adecuadas solo para ocasiones puntuales y no como norma general).
Otro tema que nos suele preocupar es la grasa de la carne: sin embargo, el consumo de grasas también es fundamental, porque nos aportan energía y ácidos grasos necesarios para el correcto desarrollo de nuestros tejidos, el cerebro y la visión.
No obstante, si quieres reducir el consumo de grasas, te recomendamos que no la retires hasta después del cocinado de la carne, porque su presencia nos ayudará a mantecar mejor la sartén, pero sí que puedes separarla antes de comértela.
Por último, los cortes magros son menos grasos, así que deberían tener más presencia en tu dieta. Es el caso de cortes de carne como el solomillo, el lomo y la aguja.
¿Con qué acompañar la carne?
Generalmente, el problema no está en que comas una hamburguesa, que por sí sola es muy saludable, sino en cómo la acompañas. ¿Te la comes con patatas fritas y un refresco? ¿O con verduras al horno y un vaso de agua?
Lo ideal es que, en tu día a día, acompañes la carne de verduras frescas en abundancia, así como de alimentos ricos en fibra. De este modo, le estarás proporcionando a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita. Sin embargo, puedes hacer excepciones de vez en cuando, mientras no las conviertas en la norma.
Es importante que cada comida sea equilibrada. Una buena referencia sobre las cantidades que debemos consumir la encontramos en el célebre plato de Harvard, ideado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de dicha Universidad. Dividimos el plato en cuatro partes: vegetales, hidratos, proteína y fruta.
Otro truco es llenar el plato de colores diversos, lo que nos indicará que vamos a obtener distintos tipos de vitaminas y minerales.
Como con todo, no hace falta obsesionarnos con estas divisiones: si durante la comida hemos ingerido más hidratos y hemos descuidado los otros elementos, podemos centrarnos en la proteína y los vegetales para la hora de la cena. Lo importante es que al final del día obtengamos todos los nutrientes esenciales.
¿Cada cuánto se recomienda comer carne a la semana?
Para estar sanos y fuertes, debemos alternar el consumo de proteínas con el de hidratos y grasas. La virtud está en el equilibrio y en la mesura. Elige siempre carne fresca y de calidad, como la que encontrarás en la tienda online de Rubiato Paredes.
Los expertos recomiendan consumir entre 3 y 4 raciones de carne por semana, alternando carnes blancas y rojas, pero dando prioridad a los cortes más magros.
Recuerda que la carne es una proteína completa, es decir, que nos aporta los 9 aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no produce: por eso es tan importante incluir la carne en tu dieta.
Recomendaciones para llevar un estilo de vida saludable comiendo de todo
Para estar sanos, lo mejor es huir de las dietas extremas y comer variado. Estas son algunas de nuestras recomendaciones para mejorar tus hábitos alimentarios sin tener que empezar una dieta estricta (con su posible e indeseado efecto rebote):
- Consume menos ultraprocesados.
- Bebe 1,5 litros de agua al día.
- Elimina de tu dieta las bebidas azucaradas.
- Ingiere 5 piezas de fruta y verdura diarias.
- Apuesta por productos de proximidad y de temporada.
- Come 5 veces al día para evitar los atracones.
- No esperes a estar excesivamente hambriento para comer.
- Come despacio, masticando mucho.
- Modera las raciones para no empacharte.
Respecto al último punto, los japoneses establecen la regla confuciana del 80%: tienes que comer hasta que te quedes lleno al 80%, no al 100%. De este modo, las digestiones serán más ligeras y no caerás en excesos.
Si de todos modos estás pensando en empezar alguna dieta, te recomendamos que consultes primero con un nutricionista, para que estudie tu caso en particular y establezcáis unas pautas equilibradas y adecuadas.
Si quieres saber más sobre el tema, puedes leer este artículo que escribimos sobre los beneficios del consumo de carne en los deportistas.