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¿Te has planteado alguna vez la posibilidad de poder degustar las dos piezas más suculentas de la ternera en un mismo corte? Los americanos, a quienes sin duda debemos mucho en temas cárnicos, han perfeccionado desde hace décadas su corte estrella, que les permite cumplir la fantasía de cualquier carnívoro: unir el solomillo y el entrecot en un mismo bocado.
Estamos hablando del T-Bone, un tipo de corte muy especial. Vamos a enseñarte a distinguirlo, te explicaremos por qué nos gusta tanto y te daremos unos cuantos trucos para que cuando lo prepares se convierta automáticamente en tu corte predilecto.
T-Bone: Un solomillo y un entrecot en un mismo corte
Si quieres saber por qué los anglosajones lo bautizaron con este nombre, solo tienes que fijarte en el hueso con forma de letra T que vertebra toda la pieza. El corte se realiza de forma transversal a las costillas: la carne del solomillo queda a un lado del hueso y la del entrecot al otro.
En España sigue siendo difícil encontrarlo en muchas carnicerías, por lo que el cliente tiene que recurrir a tiendas especializadas como Rubiato Paredes. En cambio, en Estados Unidos e Inglaterra es uno de los cortes más comunes. De hecho, abundan los restaurantes de carne o asadores cuyo plato estrella es el T-Bone steak.
Los americanos son muy puristas con el grosor de este corte: tiene que medir ni más ni menos que 24,66 mm (o, lo que es lo mismo, exactamente como una moneda de cuarto de dólar). En cambio, los ingleses no se fijan tanto en este aspecto y lo suelen cortar un poco más grueso, pero sin que llegue a superar los 3 cm.
¿Por qué es tan bueno el T-Bone?
Esta pieza tan especial procede de la parte trasera de la ternera, el tan apreciado lomo bajo, cuya carne es untuosa, tierna y jugosa. El costillar es excelente para la brasa, y el T-Bone no es una excepción.
El hueso del chuletón nos separa dos partes extraordinarias del vacuno. El solomillo, que destaca por ser una carne tierna y con muy poca grasa, se sitúa en la cara interna y de menor tamaño. Al otro lado del hueso encontramos el lomo de entrecot. Es un poco más grande, pero igualmente jugoso y tierno.
Recuerda que para disfrutar al máximo de este corte es importante tener en cuenta la calidad del vacuno. En Rubiato Paredes ofrecemos carne de vacuno añojo, que es sabrosa, tierna y poco grasa, y la maduramos durante 15 días para conseguir una mayor concentración de sabor y una textura más suave.
¿Cómo preparar el T-Bone ?
Ya solo falta atreverte a dar el paso y cocinar el mejor chuletón T-Bone imaginable. Lo más común es hacerlo a la barbacoa o a la plancha, con muy poco aceite (aunque otro modo muy americano de prepararlo es primero a la sartén y acabarlo en el horno). Recuerda que lo más importante para que quede perfecto es que la sartén esté bien caliente.
Saca la carne del frigorífico entre media hora y una hora antes de consumirla, para atemperarla. Si te gusta poco hecha, la tienes que cocinar tres minutos por cada lado, a fuego alto. Si la prefieres al punto, súmale un minuto más por lado. Cuando le des la vuelta, añádele un puñado de sal gorda y, si te gustan las especias, un poco de pimienta molida. Al acabar de cocinarla, tápala y déjala en reposo durante unos minutos para que se redistribuyan los jugos.
Puedes aprovechar que estamos en otoño para acompañar el T-Bone con productos de temporada y complementarlo con un salteado de setas o incluso con unos bastones de boniato al horno a modo de falsas patatas fritas saludables. Marídalo con un buen vino tinto que tenga cuerpo y prepárate para disfrutar de lo lindo.
Diferencia entre T-Bone y Tomahawk
Los cortes con hueso son los favoritos de los grandes amantes de la carne. Si el T-Bone te ha sorprendido por su suculencia y jugosidad, te recomendamos que pruebes otro tipo de corte con hueso con mucha personalidad: el Tomahawk. Mientras que el hueso del T-Bone está integrado en el chuletón, en el corte Tomahawk se presenta completo y limpio hasta llegar a la carne.
El Tomahawk es un filete de aspecto impresionante: es mucho más grueso y bastante más grande que el T-Bone (su grosor es de 6 o 7 cm y el peso oscila alrededor de 1,5 kg), por lo que resulta idóneo para compartir.
T-Bone y Tomahawk, dos cortes que los auténticos amantes de la carne no pueden dejar escapar.